“¿Papá, me habla de Jesus? ¿Cómo puedo ser un cristiano cómo usted?”
De todas las preguntas que los padres ansían oír de sus hijos, ésa debía ser la primera de la lista.
En 3 João las 1:4, el apóstol João dice: “¿No tengo mayor alegría de lo qué ésta, a de oír qué mis hijos andan en verdad”. Puede haber alegría mayor qué la de llevar nuestros hijos a los pies de Jesus?Você sabía qué cuatro en cada diez niños duermen todas las noches sin qué su padre biológico esté en casa? Pero, y los otros seis qué tienen padre, ¿lo qué aprenden de ellos a cada día? ¿Cómo un padre puede saber se está haciendo todo lo qué puede para ser el mejor padre posible?
El Dr. Don Wilton nos ofrece algunas orientaciones en el mensaje: ”los siete hábitos de padres eficientes”. Nuestro objetivo debe ser disponer nuestros hijos para que sean adultos justos y santos. Para tanto, podemos usar como modelo la disciplina amorosa de nuestro Padre celestial. A pesar de ser una tarea difícil, padres y manos deben comprometerse a crear los hijos con amor incondicional y disciplina amorosa. Cuando nosotros somos disciplinados por el Señor, debemos contestar con seriedad, paciencia y sometimiento, y así, enseñar nuestros hijos a hacer el mismo cuando los disciplinamos.O Dr. Wilton presenta algunas sugerencias de hábitos que debemos cultivar para aprender a ser padres justos y santos que indican a los hijos el camino para Jesus.
Hábito nº 1 – Sea amoroso. Para los padres, la palabra llave es amor. No permita que, después de adultos, sus hijos vengan a decir: “Nunca oí mi padre decir que me amaba”. Ame sus hijos incondicionalmente y lo diga con frecuencia. Necesitan oír a usted decir que les ama repetidamente.

Hábito nº 2 – Reafirme sus hijos. Hijos nunca se cansan de oír a “Usted es muy importante para mí”. les Diga lo cuanto usted si sienta orgulloso y honrado de ser padre de ellos.

Hábito nº 3 – Esté presente. El mejor regalo que se puede dar a los hijos es el tempo.Muitas veces nos engañamos creyendo que lo más importante es abastecer las cosas materiales. Filhos escrevem la palabra amor, así: T-E-m-Plo.

Hábito nº 4 – Sea su mentor. Sea un ejemplo para sus hijos. Deben aprender a amar y a servir a Dios observando usted. Cuando sus hijos viren lo cuanto usted ama al Señor y lo cuanto ese amor es importante en todo qué usted hace, aprenderán, también, a amar a Dios.

Hábito nº 5 – Sepa brincar. Seus hijos necesitan que usted si envuelva con ellos. No les mantenga a la distancia. se sienta en el suelo y bromee con ellos cuando llegue del trabajo.

Hábito nº 6 – Sepa liderar. Dirija sus hijos con palabras, con acciones y con el ejemplo. El mejor “sermón” que puede dar a ellos es su vida.

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